Esta reflexión figura en un artículo de José Félix Tezanos, director de ‘Temas’, que en el número de mayo de su publicación incluye un artículo titulado “Corrupción, poder y democracia”.

En clara referencia al caso de Luis Bárcenas, exresponsable de las cuentas del PP, el director de ‘Temas’ afirma que “como se pedía a la mujer del César, no puede ser que los tesoreros de grandes partidos tengan tantísimos millones de euros en ‘paraísos fiscales’, ni que vayan por ahí pagando sus gastos con fajos de billetes de 500 euros”.

Tezanos hace esta afirmación tras sostener que “la corrupción es un cáncer que puede erosionar y destruir a los países y desacreditar y corroer su sistema político rápidamente, con todos los riesgos. De ahí que resulte imprescindible enfrentarse a este problema con una decisión resuelta de luchar con todas las fuerzas para vencerlo”.

En este sentido, apunta que “en el plano de la actividad política y de la vida institucional hay que estar dispuestos a trabajar de manera más transparente, austera y sencilla. Hay que erradicar tanto boato, al tiempo que las campañas electorales tienen que hacerse con menos gastos, utilizando más los recursos públicos con sentido de igualdad y de proporcionalidad”.

Además, sostiene que esta reducción del gasto deben afrontarla “todos los partidos por igual, sin privilegios ni ventajas”. Destaca que “se puede comprender que algunos sectores económicos prefieran que ganen las elecciones determinados partidos porque piensan que defenderán mejor sus intereses. Y que para esto quieran aportar una parte de sus fortunas o recursos financieros a la defensa de sus ideas”.

Argumenta que estas contribuciones deben hacerse “con límites, garantías y transparencia y, sobre todo, con imparcialidad. No con el propósito de recibir beneficios o prebendas a cambio”.

DINERO NEGRO

“Lo que no puede ser”, continúa, “es que en las campañas electorales unos partidos tengan cinco o seis veces más carteles, anuncios y recursos que otros partidos con niveles de apoyo electoral similar. Y esto todo el mundo lo sabe. Lo pueden ver con sus propios ojos en la calle y en los medios de comunicación social. Por eso, hay que establecer no solo normas claras, sino también sistemas de auditorías independientes y solventes que puedan delimitar si algún partido se está beneficiando de dinero negro para tener ventajas en su trabajo político”.

Añade que “en el plano político interno, tampoco puede ser que en los partidos existan sospechas y circulen informaciones sobre líderes que hacen negocios irregulares, se codean con corruptos y recogen sobres con sobresueldos desproporcionados, mientras muchas familias tienen que hacer equilibrios todos los días para vivir con lo mínimo”.

“En momentos de crisis y de alta sensibilización social”, dice Tezanos, “los partidos políticos tienen que estar dispuestos a dar ejemplo de austeridad y transparencia, sometiendo también sus cuentas a auditorías profesionales. Y, sobre todo, en los partidos políticos tiene que existir tolerancia cero con el dinero negro”.

Concluye que “sólo con objetividad e independencia, y con iniciativas y procedimientos concretos y eficaces se podrá recuperar la credibilidad que se está perdiendo y que amenaza con corroer nuestra democracia (...)”.