Azpiazu criticó que la mayoría de los anuncios realizados por la vicepresidenta del Gobierno, como el saneamiento de las cuentas públicas, la Ley de unidad de mercado, la liberalización de los servicios profesionales o la Reforma de la Administración Pública, “estaban ya sobre la mesa” y “no aportan grandes novedades en relación al crecimiento y la generación de empleo”.

Lamentó que las previsiones económicas para los próximos años “son muy débiles como para generar empleo” y advirtió de que con esta política “pasarán muchos años” hasta volver a recuperar los niveles de ocupación que había antes de la crisis.

Azpiazu elogió que el Gobierno ha ganado "algo de margen” respecto a las imposiciones de reducción del déficit público que ordenaba la Unión Europea pero advirtió de que hacía falta "un margen de maniobra mayor” para poder financiar los gastos sociales básicos.

En este sentido, pidió una relajación "mucho más amplia" del objetivo de déficit y demandó que el BCE tenga un comportamiento "más expansivo y que el presupuesto europeo apueste por el crecimiento y la inversión".