La UFP, a través de un comunicado, felicitó por su actuación a los agentes de las Unidades de Intervención Policial (UIP) o antidisturbios que protegieron la Cámara Baja.

Sin embargo, este sindicato destacó que el escaso resultado de esta convocatoria no debe verse como un “fracaso”, puesto que el “radicalismo” de 1.000 personas y su amplificación en Internet consiguió “tener pendiente a toda una nación durante toda una jornada”.

Además, la UFP dijo que hay que tener en cuenta “los costes del despliegue policial”; “la repercusión mediática del acto (al final el ‘Congreso se rodeo de periodistas’)”; “el perjuicio económico que supone para los comerciantes de la zona este tipo de actividad”; y “la imagen que proyectamos hacia el exterior”.

Esto supone, a juicio de esta organización policial, que “con muy poco estos grupos radicales han conseguido mucho”. No obstante, este sindicato policial señala que a algunos de los que pretendían asediar el Congreso se les ha incautado un cuchillo de grandes dimensiones; una mochila con petardos de diversa potencia; y un tirachinas con bolas de acero.

Para estos policías, “la calamitosa gestión política que venimos sufriendo en este país origina este tipo de derivas”. En opinión de estos agentes, si este jueves los protagonistas fueron los “grupos radicales”, a partir de ahora lo seguirán siendo “los desfalcos y robos de la clase política en el poder”.