Así lo dijo en una rueda de prensa, donde hizo un balance del primer año de la Reforma Sanitaria. Llamazares destacó que esa desobediencia ha sido lo más "positivo" y ha evitado "muchos males”, al tiempo que pidió la derogación del decreto y exigió la dimisión de la ministra del ramo, Ana Mato.

A su juicio, el decreto de la reforma sanitaria “nunca” fue “de sostenibilidad” del Sistema Nacional de Salud, sino “de enfermedad y de malestar”, y criticó que la reforma sanitaria ha conseguido “convertir lo que era un valor y una garantía de españoles ante el infortunio en una preocupación nacional, la primera después de empleo y la corrupción”.

Gracias a los repagos, los recortes y las privatizaciones, una sanidad pública que antes era universal, “ahora deja excluidos a colectivos" como inmigrantes en situación irregular, dijo.

El portavoz sanitario de IU en la Cámara Baja agregó que por culpa de los recortes y los repagos, son muchos los pensionistas que dejan de consumir determinados fármacos por la situación económica y social.

Se trata de una reforma y de unos ajustes, dijo, que también está teniendo repercusiones internacionales, pues afecta a la organización de trasplantes, ha reducido a la mitad el presupuesto de Plan Nacional de Sida, y “ha negado recursos” a la ONU para la lucha contra el sida, la tuberculosis y la malaria.

Llamazares señaló que su grupo parlamentario se teme “lo peor” del próximo Consejo de Ministros, que los recortes sociales, los repagos o impuestos y las privatizaciones continúen.