En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, Cañete reiteró su recomendación de ahorra aguar y energía porque, añadió, cada día un ciudadano desperdicia de media 10 litros de agua. Ello, multiplicado por días del año y habitantes, da una “cifra astronómica” de recursos que se “usan para nada en un país que necesita agua”. "Por lo tanto, estoy orgulloso de decir que me ducho con agua fría y contribuir así a mejorar el medio ambiente", recalcó Arias Cañete.

Hace unos días, Cañete afirmó que “mientras se espera a que salga agua caliente, se desperdicia mucha agua”, y que él prefiere una ducha con agua fría “antes que consumir medio litro más”.

Preguntado por si espera “pasar a la historia” por estas palabras y las de los yogures caducados, el ministro se mostró “encantado” de esas aportaciones porque fueron en beneficio para que no se desperdicie comida.

Arias Cañete recordó que el 20% de la energía que se usa en una casa es para calentar agua y, además, ello se realiza con combustibles fósiles y se emiten a la atmósfera por este motivo cerca de cuatro millones de toneladas de CO2. Se ahorra energía si no dejamos correr el agua hasta que se pone caliente el agua, afirmó el ministro.

“Creo que pasaré a la historia por muchas más cosas”, dijo el veterano político encargado en este Gobierno del Departamento de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente.