Según detalló este martes la Comunidad de Madrid, el sistema supone "la primera experiencia de estas características en Europa" y cuenta con un punto de autodispensación de fármacos, similar en su uso y apariencia a un cajero automático, que el paciente activa mediante una receta que el autodispensador lee por medio de un código de barras.

Tras este paso, el sistema selecciona el medicamento prescrito y lo pone a disposición del enfermo, cuyo seguimiento farmacoterapéutico "está garantizado", ya que el mecanismo está integrado en el sistema de información clínica del hospital, supervisado en todo momento por farmacéuticos especialistas.

En cualquier caso, aseguró el Gobierno regional, este sistema se utilizará únicamente cuando las características del paciente y el tipo de tratamiento lo permitan.

Además, añadió, el enfermo podrá acudir personalmente a la consulta de atención farmacéutica cuando lo requiera o cuando se produzca algún cambio en su tratamiento o situación clínica.

El sistema está formado por varios robots conectados a la prescripción médica electrónica, que dispensan el medicamento recetado por el médico y lo distribuyen a través de cintas transportadoras "en menos de 40 segundos", a uno de los siete puntos de atención farmacéutica personalizada existentes en el hospital para la atención del paciente externo.

La instalación permite un ahorro de tiempo y de costes al optimizar el inventario de fármacos, controlando el stock de medicamentos y avisando cuando su reposición sea necesaria para que no se produzca desabastecimiento.