Por ello, considera que “los objetivos de déficit para España siguen siendo difíciles en 2013 a pesar del progreso en la consolidación fiscal en 2012” y mantiene al país en perspectiva negativa con una calificación de Baa3.

Sobre la reducción al 7% en 2012, destaca que esta “se logró en un contexto de debilitamiento de la economía y fue, por lo tanto, un paso positivo para que las finanzas públicas del país entren en una trayectoria sostenible”.

Sin embargo, advierte de que “las desviaciones continuas de los objetivos presupuestarios acordados, así como las revisiones repetidas del objetivo de déficit, están debilitando la credibilidad del Gobierno español en el área de las finanzas públicas”.

En cuanto a 2013, Moody’s espera que el déficit presupuestario siga disminuyendo, dado que la mayoría de los ingresos y algunas medidas de reducción de gasto siguen vigentes.

Por ello, valora que España podrá desacelerar el rápido aumento de la carga que supone la deuda pública durante este ejercicio.