Según informó el Instituto Armado, han sido imputados 11 pescadores y tres administradores de una empresa dedicada a la comercialización de cangrejos, camarones, anguilas, angulas y otras especies. Los arrestados vendían las angulas conseguidas ilegalmente con otras obtenidas con los permisos pertinentes.

El Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Benemérita comenzó su investigación el pasado mes de diciembre. Se detectó entonces un vehículo, de una empresa de acuicultura de la localidad sevillana de Isla Mayor, que transportaba 25 kilogramos de angulas vivas sin poder acreditar su legal procedencia.

Tras diferentes pesquisas, se supo que esta legalizaba la venta de la especie “Anguilla anguilla”-Anguila Europea-. Los implicados mezclaban anguilas conseguidas de forma legal con otras capturadas por pescadores en la zona de influencia del Bajo Guadalquivir, práctica que está totalmente prohibida.

Esto provocó la inspección de los productos pesqueros de la citada empresa. Ante la imposibilidad de esta sociedad de poder acreditar durante la inspección la procedencia de un número indeterminado de kilogramos de angulas, sus responsables tiraron estas capturas por un desagüe. Eso hizo que los ejemplares acabaran en un cauce de derivación de aguas.

ESPECIE EN PELIGRO

Ante la magnitud del daño biológico ocasionado y al objeto de ayudar en la conservación y recuperación de la especie “Anguilla anguilla”, los agentes del Seprona alertaron del vertido al Director del Plan de Recuperación de la Anguila Europea en Andalucía. Esta autoridad procedió a la recuperación de una parte de las angulas vertidas, con fines a la reintroducción a su medio natural.

Por todo ello, la Guardia Civil procedió a la imputación de 11 pescadores y tres administradores de la empresa, todos ellos vecinos de Isla Mayor, por un supuesto delito contra la flora y fauna Silvestre y un supuesto delito de contrabando con especies amenazadas.

En este sentido, el Instituto Armado destacó que la especie “anguilla anguilla” (anguila europea) está declarada en peligro crítico de extinción por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).

Esto supone que está prohibida su captura en cualquiera de sus fases de desarrollo en las aguas marítimas interiores y continentales de Andalucía durante un período de diez años a partir de 2010. Este año se aprobó un decreto por el que se establecen medidas para la recuperación de esta especie.