El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) ha hecho un llamamiento a los firmantes de la Convención sobre la Prohibición de Minas Antipersonales para que reafirmen el derecho de los supervivientes de las explosiones a tener una vida digna.

Diez años después de la entrada en vigor de la Convención, la Cumbre de Cartagena hará un balance de los logros alcanzados para poner fin al uso de las minas antipersonales.

Según el informe "Monitor de Minas Terrestres 2009", de la Campaña Internacional para la Prohibición de las Minas Antipersonales, unos 3.200 kilómetros cuadrados se han limpiado de minas desde 1999, el número de víctimas se ha reducido cada año (5.197 en 2008 por las 26.000 en la década de los 90) y se han destruido más de 44 millones de minas antipersonales.

El jefe de los programas de rehabilitación física del CICR, Claude Tardif, indicó que, "aunque la situación ha mejorado en algunas regiones y para algunos supervivientes, la mayoría de ellos aún espera recibir la ayuda que necesita para reconstruir su vida y participar plenamente en las actividades de su comunidad".

Con vistas a la Cumbre de Cartagena, especialistas en asistencia a supervivientes de explosiones de minas han pedido a los Estados firmantes de la Convención que cumplan la promesa de hacer más, invertir más y lograr mejores resultados durante los próximos cinco años en favor de las víctimas, sus familiares y sus comunidades.

En Cartagena, los 156 estados que forman parte de la Convención adoptarán un plan de acción para el lustro 2010-2014. Entre las prioridades de la cumbre están velar por que los países afectados por las minas completen las actividades de desminado en los plazos acordados y que los Estados que no han cumplido con la destrucción de sus minas lo hagan sin más demora.