El secretario general de la organización, Sebastián Reyna, subraya el “cambio de tendencia” que representa este crecimiento en el número de concursos de acreedores entre los autónomos, que hasta ahora descendían a pesar de la crisis.

En su opinión, la razón por la que el número de concursos se redujo en los años anteriores es la “complejidad” del proceso, que está “pensado en exclusiva para las sociedades de determinada dimensión, y sobre todo por el alto coste administrativo y jurídico que es imposible de atender por parte de la mayoría de los autónomos, más aún en una situación de insolvencia que les conduce a esta necesidad”.