Con motivo de la negociación de dicho documento, que hasta el 28 de marzo se desarrollará en la sede de Naciones Unidas en Nueva York, las ONG instaron a los Gobiernos a perseguir un tratado “ambicioso” y acorde con el derecho internacional.

En nota de prensa, recordaron que al año mueren más de 250.000 personas a causa de la violencia armada, a las que hay que sumar millones de víctimas de la violencia sexual, los secuestros y la represión.

Por ello, exigieron que el futuro TCA incluya “una 'Regla de Oro' que obligue a los Estados a no autorizar exportaciones de armas cuando exista el riesgo de que se empleen para cometer o facilitar violaciones de los derechos humanos o del derecho internacional humanitario.

Esto supone estudiar caso por caso cada exportación, señalaron las ONG, y reclamaron la publicación de informes anuales donde figuren todas las transferencias comerciales en este sentido.

En su opinión, el nuevo tratado tendría que ser “aplicable a todos los tipos de armas y municiones, al material conexo, a las piezas y a la tecnología”, y exigible en todos los Estados. Las organizaciones pidieron también que el acuerdo incorpore la regulación de servicios de intermediación, transporte y financiación.

CONSECUENCIAS

Según datos de Intermón Oxfam, los conflictos armados cuestan a África 18.000 millones de dólares al año, “la misma cantidad que recibe en ayuda anualmente”.

Siria, Mali o Sudán son claros reflejos de este “comercio sin control”, prosiguieron, y destacaron que Rusia es el mayor proveedor de armas a Siria, donde envía un 10% de sus exportaciones. Este país se niega a detener los suministros, aunque no es el único Estado que vende armas al gobierno de Al Assad, apuntaron.

Según las ONG, Estados Unidos, Rusia, China, Francia y reino Unido son responsables de más de la mitad del comercio mundial de armas convencionales, cuyo valor total anual asciende a casi 100.000 millones de dólares estadounidenses.

Por ello, y dado que todos tienen derecho de veto en el Consejo de Seguridad, la atención de cara a las negociaciones se centra en estos cinco estados, sobre todo en EEUU.