En concreto, el acuerdo presentado en rueda de prensa por los consejeros delegados de ambas compañías en España, Antonio Coimbra de Vodafone y Jean Marc Vignolles de Orange, prevé que cada una de las operadoras despliegue su propia red pero de forma complementaria. Es decir, no podrán solaparse en el mismo territorio.

Así, las compañías garantizarán el acceso a su red de la otra operadora, tanto en los tramos horizontales como en los cables verticales (acceso al hogar). En este sentido, las compañías apuntaron que negocian con Telefónica un acuerdo para compartir este cableado vertical, aunque de momento no han logrado un consenso.

La inversión necesaria para poner en marcha este despliegue alcanza los 1.000 millones de euros, de manera que cada compañía aportará 500 millones de euros.

Las compañías subrayaron que la actual regulación establece que se debe permitir el acceso de los operadores competidores a este cableado vertical por lo que, si no llegan a un consenso con Telefónica, “recurriremos a la Comisión del Mercado de Telecomunicaciones y a donde haga falta para defender nuestros derechos”.

Vignolles destacó que éste es “un plan aún más ambicioso” que el presentado por la compañía hace un año, pero advirtió de que es “crítico” para el éxito del proyecto que las inversiones comiencen “rápidamente”.

Por esta razón, criticó la “lentitud” de la negociación con Telefónica y añadió que “no se puede retrasar a quienes están listos para invertir”. En este sentido, afirmó que la compañía que preside César Alierta ha desplegado ya fibra en más de dos millones de hogares con una “total falta de transparencia” y sin “dar la posibilidad” a los operadores alternativos de participar.

Así, denunció el “intento” de Telefónica “de dificultar las inversiones de las compañías alternativas”, lo que podría derivar en una “monopolización” del mercado de fibra óptica. “No se puede permitir que inversiones que crean empleo se retrasen por las dificultades que impone Telefónica”, añadió.

Por su parte, Coimbra admitió que la compartición de las verticales es “la parte que más nos preocupa” ya que tiene un “fuerte peso en la inversión”, representando cerca de la mitad. Además, subrayó la importancia de compartir estos conductos para “minimizar el trastorno a las comunidades de vecinos”.

No obstante, aseguró que el despliegue de las redes de Vodafone y Orange no se verá retrasado por estas negociaciones ya que “hay muchos sitios donde trabajar”, por lo que considera que éste es “más un problema a medio plazo”. Asimismo, se mostró “muy convencido” de que finalmente “llegaremos a un acuerdo” ya que asegura que tanto el Gobierno como las autoridades “apoyarán” una inversión de este calibre.

Por otro lado, Coimbra subrayó que para el despliegue de los tramos horizontales de la red compartida, en un 90% se utilizarán los ductos de Telefónica.

Las compañías estiman que en el primer año de desarrollo de este plan cada una deberá haber alcanzado como mínimo a 400.000 hogares, es decir, 800.000 hogares en conjunto.

Sobre el lanzamiento de las primeras ofertas comerciales de fibra óptica, el consejero delegado de Vodafone España apuntó que se lanzará como tarde en el primer trimestre de 2014, aunque podría llegar a finales del año actual.

Por su parte, Vignolles recordó que Orange lanzará su piloto en 50.000 hogares de Madrid en las próximas semanas.