Haidar estuvo cerca de dos horas declarando como testigo en el marco de la causa abierta en la Audiencia Nacional contra altos cargos marroquíes a los que se acusa de haber cometido delitos de genocidio, torturas, detenciones ilegales y lesiones por la represión de la población saharaui.

La testigo relató ante el juez el secuestro y las torturas que sufrió personalmente a manos de las autoridades marroquíes tras la toma de control de la región y señaló que se llegaron a producir “abusos sexuales” contra las mujeres saharauis.

“Soy víctima directa de los crímenes cometidos contra el pueblo saharuai en los territorios ocupados por responsables marroquíes que hoy siguen en sus cargos”, señaló la activista de los derechos humanos a su salida de la Audiencia Nacional.

Haidar aportó al juez “datos actualizados” sobre los presuntos responsables de estos delitos. La causa, en concreto, se dirige contra 13 políticos y funcionarios policiales de Marruecos, entre los que destaca el general mayor de la Gendarmería Real Housni Benslimane, por presuntos delitos de genocidio cometidos en el Sahara Occidental entre 1976 y 1987.

“Espero que se haga justicia, tengo confianza en la Audiencia Nacional y en el juez Pablo”, dijo antes de asegurar que España, como “potencia administradora”, tiene la responsabilidad de “conseguir hacer justicia y juzgar y condenar a los responsables de los crímenes”.

Haidar fue recibida en el exterior de la Audiencia Nacional por una decena de simpatizantes, entre españoles y ciudadanos saharauis, que portaban banderas del Sahara Occidental y corearon lemas como “Marruecos culpables, España responsable”.