Blanco compareció en rueda de prensa después de conocer que el Fiscal General del Estado ha pedido al juez que tramite la petición de suplicatorio, y aseguró que, si llega la solicitud, él mismo pedirá al Congreso que lo conceda.

Recordó que, desde el primer momento en que conoció las “falsas acusaciones” de Jorge Dorribo contra él, centró sus esfuerzos en colaborar con la Justicia para “esclarecer las falsedades que me imputaba”.

Por ello en su día pidió al Juzgado de Lugo que le aclarara las imputaciones concretas contra él, ya que solo conocía sus declaraciones a los medios de comunicación, y después pidió declarar ante el Tribunal Supremo para “esclarecer esas acusaciones”.

Desde entonces ha pasado más de un año, subrayó, y “lo sorprendente” es que el suplicatorio no se solicitara entonces. En su opinión, se tenía que haber solicitado “mucho antes”.

Blanco reiteró que nunca recibió dinero de Dorribo y nunca hizo gestión alguna a su favor, y que en relación a la nave de Azcar en Sant Boi “me limité a solicitar información en relación con un expediente atrasado” de un proyecto del que dependían 400 puestos de trabajo, “sin presionar ni condicionar la voluntad de nadie”.

De hecho, subrayó que ni siquiera habló con el alcalde del municipio, “que ni sabía quien era” como acredita el propio fiscal en su informe.

En ese punto, Blanco juzgó “absolutamente normal” que un ministro de Fomento se interese por la razón del retraso de un expediente relacionado con el transporte, más si de él dependen cientos de empleos.

A lo largo de estos meses, añadió, ha pedido de forma reiterada que se aparten de la investigación “todos los informes que han sido realizados al margen de la autorización del juez instructor, muchos de los cuales retuercen la verdad para generar dudas y sospechas sobre mi conducta”.

Blanco reiteró su confianza en la Justicia y la convicción de que “dejará meridianamente claro” que las acusaciones contra él son “total y rotundamente falsas”.

Admitió, en ese sentido, que en los últimos meses ha reflexionado mucho sobre la presunción de inocencia y su comportamiento en el pasado respecto a otros casos similares al que ahora le afecta, y lo plasmará en el libro que está escribiendo.

Blanco dejó claro que la posición que expuso públicamente era fruto de su propia decisión y se había limitado, antes de comparecer, a comunicarla a la dirección de su partido, tanto en Galicia como a la federal.

Poco antes, en otra rueda de prensa, la portavoz socialista en el Congreso, Soraya Rodríguez, no quiso desvelar nada alegando que el propio Blanco comparecería después, pero aseguró que ella no había hablado con él y que el interlocutor del diputado había sido, directamente, el presidente del Grupo y secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba.