En opinión de Julián García Hernando, director del Secretariado de la Comisión Episcopal de Relaciones Interconfesionales, las sectas españolas tienen tres orígenes: cristiano, con implicaciones cientifistas o apocalípticas qe llegaron en el siglo XIX; de origen oriental, que desembarcaron en nuestro país después de 1950 procedentes de la India y Japón, y las sectas autóctonas, nacidas en el país y que surgieron después de 1975.

García Hernando aseguró que las regiones donde hay una mayor implantación del fenómeno son Cataluña y Madrid, mientras que la menos afectada es la Comunidad de La Rioja.

El director del Secretariado de Relaciones Interconfesionales indicó que actualmente existe un vacío legal respecto al temaen todo el mundo y que tampoco la Iglesia Católica se ha preocupado del problema hasta ahora.

Para Juan Bosch, director del Centro de Estudios y Documentación Ecuménica P. Congar, de Valencia, el femómeno sectario debe ser tratado más como un desafío pastoral que como una amenaza.

Bosch propuso a los reunidos la creación de un grupo especializado de seglares y religiosos, que ayude a las personas y familias afectadas por las sectas.

En opinión de los asistentes a la reunión de Guadalupe, la ituación en Latinoamérica es mucho más preocupante que la que se vive en España, ya que los representantes de la CELAM (Conferencia Episcopal Latinoamericana) estiman que para el año 2010 el 50 por ciento de la población estará afectada por movimientos sectarios.

A pesar de las diferencias existentes entre las sectas españolas y americanas, en ambas confluye la actitud proselitista, que fue definida por el obispo mejicano Lozano como "la acción encaminada a procurar adeptos a un credo religioso sin repetar la libertad de la persona".