WWF denunció esta situación este lunes al detectar a través de imágenes satelitales y ortofotografías aéreas la existencia de más de 1.000 hectáreas de cultivos ilegales, de los que casi el 80% corresponde a fresas y otros frutos rojos.

Con el inicio de la plantación de fresas en la nueva campaña agrícola, WWF indicó que en el entorno de Doñana se siguen regando actualmente 1.180,2 hectáreas fuera de la superficie agrícola regable, delimitada por el Plan Especial de la Corona Forestal.

WWF pidió “de manera inmediata” el cierre cautelar de todos los pozos y fincas ilegales y la aplicación del Plan de la Corona Forestal en su redacción actual, como está acordado para el cumplimiento de una sentencia de la Comisión Europea y las recomendaciones de la Unesco.

Esa superficie regada sin autorización supondría un volumen estimado de, al menos, seis millones de metros cúbicos de agua extraída ilegalmente del acuífero de Doñana, el equivalente a 2.400 piscinas olímpicas.

La actual superficie de cultivo ilegal en Doñana es ligeramente inferior a la del año anterior, cuando ascendió a 1.360 hectáreas, lo que demuestra, según WWF, que, pese a denuncias de algunas organizaciones y los esfuerzos de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, el Seprona y la Fiscalía, la superficie continúa sin descender de forma significativa. Desde la aprobación del Plan de la Corona Forestal de Doñana en 2014 nunca ha bajado de 1.000 hectáreas.

“ACABAR CON LAS ILEGALIDADES”

Los datos de WWF proceden de una nueva herramienta puesta en marcha el pasado septiembre por la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, que proporciona teledetección en tiempo real (con actualización cada cinco días), el tratamiento automático de las imágenes en muy poco tiempo (aproximadamente dos minutos) y el análisis de la información para la toma de decisiones vinculadas a la inspección de los bombeos y la clausura de captaciones.

“Al igual que WWF, las administraciones también disponen de nuevas tecnologías, satélites, drones y otras herramientas para conocer en tiempo real las ilegalidades que se están cometiendo en este momento”, según Juan Carlos del Olmo, secretario general de WWF España.

Del Olmo apuntó que “el acuífero de Doñana está sobreexplotado con un índice de explotación del 109%, tal y como ha demostrado WWF a partir de datos oficiales”. “No podemos esperar un año más a que acaben las campañas agrícolas para actuar. Pueden y deben impedir que el agua se siga extrayendo ilegalmente y que la situación se agrave aún más”, añadió.

Por ello, WWF exigió a la Junta de Andalucía -en el ámbito de la cuenca del Tinto, Odiel y Piedras- y la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir una actuación “inmediata y a gran escala” con medidas cautelares como el cierre de pozos y el precinto de hectáreas ilegales.

Con estas medidas se lograría impedir que se sustraiga ilegalmente agua del sobreexplotado acuífero de Doñana y que las fresas cultivadas ilegalmente lleguen a los estantes de los mercados nacionales y europeos a partir de diciembre.

“Acabar con las ilegalidades en el uso del suelo y el agua, acelerar la recuperación del acuífero y acabar con la grave competencia desleal a los productores legales está en las manos de la Junta de Andalucía y la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir”, concluyó Del Olmo.