La Iglesia sigue negando la existencia de apariciones en esta localidad cántabra, como ya hiciera hace 34 años, cuando cuatro niñas de Garabandal afirmaron haber visto a la Virgen y al arcángel San Miguel.

Los seguidores de la vidente Conchita (Concepción González González), que supuestamente vio a la Virgen cuando tenía 13 años, afirman que el milagro no se producirá ya que ella no ha recibido el anuncio del mismo. Pese a ello, numerosos seguidores y etudiosos del "garabandalismo" sostienen que el milagro debe producirse el próximo Jueves Santo, siguiendo la interpretación de la revelación realizada por la corriente francesa de esta comunidad.

El vicario episcopal de Cantabria, Pedro Salvador, sostiene que "no se puede desmostra que en Garabandal se haya producido algo sobrenatural", por lo que invita a todos los creyentes a no desplazarse hasta esta localidad.

La Iglesia proclamó en 1967 que no había existido "ninguna aparición de la Santísim Virgen, ni del arcángel San Miguel, ni de ningún otro personaje celestial; no ha habido ningún mensaje; todos los hechos acaecidos en dicha localidad tienen explicación natural", y mantiene ahora un estricto silencio.

Pero no sólo la Iglesia afirma que el próximo jueves no habrá milagro. Desde la comunidad "garabandalista" de Estados Unidos -la mayor del mundo- se niega que el próximo día 13 pueda darse el milagro esperado.

La principal vidente de los hechos ocurridos en 1961, Concepción Gonzále (Conchita), ha confirmado a sus más cercanos seguidores que no ha recibido el anuncio que se debía haber producido ocho días antes de la aparición.

Los que conviven con esta mujer que hace 34 años, cuando tenía 13 años, aseguró haber visto a la Virgen señalan que Conchita está "muy preocupada" por esta mala interpretación que del mensaje que recibió de la madre de Jesús se ha realizado.

Los principales precursores del "garabandalismo" no se desplazarán hasta la localidad cántabra el próximo juevs. Conchita, el obispo auxiliar de Nueva York, Monseñor Garmendia, el doctor Domínguez, uno de los líderes de esta "fé", o el multimillonario americano Barry Haurraty, principal valedor, no acudirán hasta Garabandal.

PREPARATIVOS

Pero numerosos devotos sí acudirán hasta San Sebastián de Garabandal y todo está preparado en la localidad para recibirles. Protección Civil, Guardia Civil, Cruz Roja, ambulancias y demás efectivos sanitarios (entre los que se incluyen dos helicópteros) están dispuestos.

El Ayuntamiento de Rionansa, al que pertenece la localidad, no permitirá el acceso de turismos no autorizados. En menos de 15 días ha habilitado casi 30.000 metros cuadrados para alojar a los 9.000 vehículos que se esperan ese día. En sustitución del transporte particular, el consistorio ha preparado un dispositivo de autobuses que mantendrá un servicio ininterrumpido durante toda la jornada desde la localidad de Cosio hasta Garabandal.

Pero no sólo el Ayuntamiento de Rionansa está preparado para elevento, ya que hasta 100.000 pesetas pagan algunos vendedores ambulantes por poder ubicar sus puestos en portales y aceras.

Algunos vecinos de las localidades próximas cobran 300 pesetas por los vehículos que se estacionan en sus fincas, mientras que la utilización de los urinarios públicos instalados en el pueblo se realiza tras el pago de cinco duros.

EL MILAGRO

La fiebre "garabandalista" comenzó el 18 de junio de 1961. En San Sebastián de Garabandal, pequeña localidad cántabra situada a 697 etros del mar y a ocho kilómetros de Puentenansa, capital del municipio de Rionansa, cuatro niñas afirman que han visto al arcángel San Miguel. Concepción González (Conchita), Jacinta González González, María Dolores Mazón González -de 13 años- y María Cruz González Madrazo -11 años- son las testigos del milagro.

Dos días después Conchita afirma haber recibido un nuevo mensaje del ángel reclamando calma y el día 24 de junio les anuncia que verán a la Virgen, hecho que aseguran que sucedió el 2 de juli siguiente.

Desde ese día, según testigos de la época, hubo levitaciones, carreras a velocidades inimaginables, caídas extátitas sobre piedras afiladas sin aparentes daños y la materialización, el 18 de julio de 1962, de una sagrada forma en la boca Conchita ante más de 2.000 personas.

A pesar de que después de numerosos interrogatorios por parte de las autoridades eclesiásticas en 1966 las cuatro niñas niegan lo ocurrido, el "garabandalismo" con Conchita a la cabeza se extendió por el mundo, pricipalmente Estados Unidos, y perduró hasta hoy.