LEY EDUCACION

3.000 DOCENTES DE RELIGION EXIGEN QUE SU CONTRATO LABORAL SE SOMETA AL ESTATUTO DE LOS TRABAJADORES - Denuncian persecuciones, amenazas y despidos nulos por parte de los obispados

MADRID
SERVIMEDIA

La Federación Estatal de Profesores de Enseñanza Religiosa (FEPER) exigió hoy al Gobierno que aproveche la aprobación de la Ley de Educación (LOE) para que la situación laboral de esos docentes se someta al Estatuto de los Trabajadores "y se libere del yugo de la jerarquía" católica.

En rueda de prensa, el vicepresidente de FEPER, Luis Guridi, puso de manifiesto la inestabilidad laboral de este colectivo y denunció que "siguen produciéndose despidos nulos e improcedentes, siguen las amenazas y continúa el impuesto revolucionario".

A modo de ejemplo, Guridi denunció que, en algunas diócesis, los profesores de Religión se vieron obligados a acudir a la manifestación del pasado sábado en contra del matrimonio homosexual, al ser amenazados con no ser renovados para al curso siguiente.

Según la FEPER, la mayoría de los profesores tienen contrato temporal y media jornada, por lo que su renovación depende siempre de la voluntad del obispado.

"Son los obispados lo que hacen y deshacen y las administraciones las que asienten", dijo Jesús Losada, miembro de la organización en Extremadura, donde el 70% de los docentes tienen jornada parcial y el 98,5% contrato temporal.

Guridi lamentó el cambio de opinión del PSOE al llegar al Gobierno, ya que en la oposición se comprometieron a atender las reivindicaciones de la FEPER y en el anteproyecto de la LOE "dejan las cosas como estaban".

"La LOE es una oportunidad de oro, una oportunidad histórica para remediar la injusticia de estos profesores. Es posible solucionar su situación sin reformar los acuerdos del Estado con la Santa Sede. No hay obstáculo legal, sino cobardía política", añadió Pedro Gete, abogado y profesor de Derecho Laboral en la Universidad Complutense de Madrid.

Por último, un abogado de la organización, Francisco Sanz, indicó que este colectivo es el primero en demandar un proceso de selección para acceder a su puesto de trabajo, "tanto para ganar estabilidad laboral como para quitarse el yugo del obispado".

(SERVIMEDIA)
21 Jun 2005
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