Según explicó a Servimedia el presidente de la confederación española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (Cehat), Juan Molas, "este retraso en las aperturas tendrá un impacto muy importante en el empleo".

Tradicionalmente, la mayoría de hoteles de estas regiones costeras españolas suelen arrancar la temporada a finales de abril o coincidiendo con el puente de mayo.

Ahora, ante el actual contexto de crisis y la baja demanda, muchos empresarios han decidido mantener cerrados sus establecimientos durante algunas semanas, llegando incluso a posponer la apertura hasta el mes de junio.

"La demanda no tira y eso tendrá una fuerte incidencia en los puestos de trabajo", prosigue Molas quien explica que muchos trabajadores con contratos fijos-discontinuos siguen sin poder incorporarse a sus puestos.

Ya en el primer trimestre de 2009, el sector turístico había destruido 86.000 empleos, el 5,7% de la afiliación de este sector a la Seguridad Social.