El estudio fue realizado entre marzo y abril de este año en las unidades de hipertensión de seis grandes hospitales españoles. En él fueron examinados 591 casos de pacientes de edades comprendidas entre 40 y 60 años.

"Este daño en la función renal", explicó, "que se manifiesta en diferentes grados de deterioro, presenta abiertamente un debate a a clase médica. Por un lado, nos plantea el interrogante de si es adecuado el fármaco que en cada caso se está administrando, y, por otro, si las cifras tensionales deberían bajarse aún más del tope establecido actuamente entre los valores de 140 y 90".

El doctor Ruilope aseguró que el 67 por ciento de estos pacientes presentan afectaciones viscerales y que más del 79,5 por ciento de las mujeres estudiadas y el 54,8 por ciento de nombres son obesos.

Todos los pacientes estudiados fueron diagnostiados como hipertensos desde hace al menos tres años. En el protocolo del estudio se han recogido retrospectivamente datos como antecedentes familiares, pruebas diagnósticas, tipo de vida o tratamiento farmacológico.

Los especialistas que trabajaron en la elaboración de este trabajo aseguran que un 50 por ciento de los hipertensos españoles no están diagnosticados y apostaron por un cambio en el tratamiento de este problema de salud.