En el caso de los españoles, lostrabajadores se muestran de acuerdo con sus colegas comunitarios, pues el 46% de los encuestados ve bien este tipo de relaciones, si bien el 29% advierte que acaban generando problemas de uno u otro tipo, por lo que no mantendrían ningún romance con alguien de la oficina.

Uno de cada diez españoles, el 11%, comparte la visión de la mayoría de los europeos pero opina que esta relación debería ser conocida por el resto de la empresa y su jefe.

Por países, la mayoría de los italianos (67%), los franeses (64%) e irlandeses (64%) se muestran también favorables a las relaciones sentimentales en el trabajo. Daneses y alemanes son más cautos y aprecian que este tipo de noviazgos acaban de alguna manera teniendo algún impacto en el personal de la empresa.

El sondeo posiciona a los norteamericanos como los más conservadores, ya que el 35% de los encuestados manifiesta que se abstendría de comenzar alguna relación con un colega, debido a los problemas que podrían surgir tanto en el trabajo como en la via privada.