Para Luis Molinos, neumólogo miembro de la Separ, nuestro país "se sitúa al frente del incumplimiento terapéutico y de la automedicación" con los antibióticos, de los que el año pasado se vendieron 80 millones de envases en nuestro España.

Según datos facilitados por la Separ, 4 de cada 10 pacientes españoles abandonan el tratamiento antes de lo señalado por el médico y el 85 por ciento consume antibióticos al menos una vez al año. sta tendencia ha hecho que en España aumenten las bacterias resistentes a los fármacos y que cada vez sea más difícil combatir determinadas dolencias.

Luis Molinos considera que todo es cuestión de una "incorrecta educación sanitaria" y que es importante saber que el antibiótico ayuda al enfermo a curarse.

"Si se le ayuda mal y el enfermo es una persona con una enfermedad crónica de base, es de edad elevada o un inmunodeprimido, es posible que no se cure de esa infección, que se agrave o que, en l mejor de los casos, se alargue su dolencia", explica Molinos.

En su opinión, para prevenir este tipo de problemas es necesario que España deje de ser uno de los pocos países europeos donde los antibióticos pueden adquirirse sin receta médica y que los ciudadanos comprendan que los medicamentos "no han sido hechos para tomarse alegremente".