En España se consume una tonelada de antibióticos al día en patología humana y el 30% de estos fármacos se consumen en régimen de automedicación, siendo los adultos de 30 a 39 años el principal colectivo que toma estos medicamentos sin acdir previamente al médico.

Otros riesgos en la utilización de los antibióticos son el incumplimiento de los tratamientos y el almacenaje. En concreto, entre un 45 y 75% de los españoles incumplen el periodo de tratamiento prescrito por el médico y un 46% almacena los fármacos para utilizarlos ante otra patología similar. De hecho, se calcula que los españoles tenemos 5.000 millones de pesetas en antibióticos en los botiquines, con el consiguiente riesgo tanto para la salud como para el medio ambiente. Todas estas prácticas, según advirtió hoy en rueda de prensa el director general de Farmacia, Federico Plaza, aumentan las resistencias de las bacterias y disminuyen la eficacia de los tratamientos.

Este fenómeno (la farmacorresistencia), calificado por los expertos como "una auténtica crisis mundial", está hipotecando el tratamiento de las infecciones para las generaciones futuras. Esta situación ha colocado a España como el primer país europeo con mayor nivel de resistencias bacterianas.

N obstante, las cifras demuestran una disminución del consumo de antibióticos en España. Según señaló Plaza, en 1999 se consumieron 48 millones de envases de antibióticos a través de receta oficial, por un importe de unos 80.000 millones de pesetas, una cifra a la que habría que sumar el consumo en sanidad privada y el uso de antibióticos para animales.

CAMPAÑA

Este escenario ha propiciado que se unan la administración, el colectivo médico, el sector farmacéutico, organizaciones de consumidores y la ndustria farmacéutica para lanzar esta campaña, que, bajo el lema "Con los antibióticos no se juega. No tomes antibióticos por tu cuenta", pretende informar y concienciar a todos los implicados en el uso adecuado de antibióticos: farmacéuticos, médicos y la sociedad en general.

La campaña incluye una serie de recomendaciones para farmacéuticos, médicos y pacientes, en las que se recuerda, por ejemplo, que los resfriados y la gripe no se tratan con antibióticos; que un medicamento que ha sido útil paraun enfermo no tiene por qué serlo para otro o en otra ocasión similar; la importancia de finalizar el tratamiento aunque se note mejoría, y la obligación de devolver a la farmacia y no almacenar los antibióticos que sobren.

También se recuerda a los farmacéuticos que no pueden dispensar antibióticos sin receta y que su labor de información y asesoramiento es fundamental para el uso correcto de los medicamentos.

En definita, la campaña intenta que toda la sociedad se implique, asuma su cuota de reponsabilidad y participe acivamente para que los antibióticos, denominados como "las sustancias más valiosas del mundo", puedan seguir curando con eficacia y salvando vidas.

Durante diciembre y los primeros meses de 2001 se realizarán diferentes actividades divulgativas y formativas, dirigidas a la población, entre las que destaca la colocación de 4.000 puntos de información en farmacias, centros de salud y hospitales.

También se organizarán encuentros informativos en diferentes comunidades autónmas para valorar la situación de los antibióticos en cada una de ellas y reforzar el mensaje de la campaña para que llegue a todos.