Según las cuentas, el resultado bruto de explotación (Ebitda) se situó en los 6.056 millones de euros, lo que supone un incremento del 26,6% respecto al año anterior.

La compañía que preside Antonio Brufau sostiene que, al cierre del ejercicio, su deuda financiera neta, excluyendo Gas Natural Fenosa, era de 4.432 lo que supone una reducción de 486 millones y 404 millones de euros respecto al cierre del tercer trimestre de 2012 y del año 2011 respectivamente.

De esta manera, el ratio de deuda neta sobre capital empleado, excluyendo GNF se sitúa al cierre del ejercicio 2012 en el 12,9%, y en el 21,6% considerando las participaciones preferentes. Sin considerar el capital empleado de las operaciones interrumpidas, estos ratios serían 15,5% y 26,0%, respectivamente.

Por su parte, la producción de hidrocarburos aumentó un 11% durante el ejercicio, con “importantes” incrementos en Bolivia, Libia, Estados Unidos, España y Rusia. Además, según la petrolera, la tasa de reemplazo de reservas alcanzó un récord histórico del 204%.

El resultado de explotación del área de 'Upstream' (exploración y producción) creció un 56%, hasta alcanzar los 2.208 millones, lo que para la compañía demuestra la “fortaleza y proyección” de esta área de negocio como “motor de crecimiento” del grupo.

Mientras que el negocio de 'Downstream' (refino, marketing, química y GLP) se situó en 1.013 millones de euros. Los proyectos de mejora y ampliación en las refinerías de Cartagena y Bilbao impulsaron el resultado del área, a pesar de la caída de ventas en las estaciones de servicio.

Ante estos resultados, el Consejo de Administración de Repsol acordó ayer proponer a la próxima Junta General la continuación del programa Repsol Dividendo Flexible y el pago de una retribución a los accionistas, como dividendo complementario del ejercicio, por un importe equivalente a 0,50 euros por acción.