En una rueda de prensa que ofreció para informar de los trabajos de la reunión de la Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal, Martínez Camino eludió contradecir a los obispos alemanes, que la semana pasada aprobaron la administración de este tipo de fármaco a mujeres víctimas de violación.

Para justificar su oposición a la administración de esta píldora sin contrariar a los obispos alemanes, el portavoz de la CEE dijo que "si hubiese una pildora o un fármaco que no tuviese este efecto, es decir, que no fuese abortivo, entonces el concepto moral sería distinto. Si en Alemania lo hay (ese fármaco), nosotros no lo conocemos. Si en Alemania lo hay y se conoce allí, no es hacer una excepción al principio, es que estamos ante una situación distinta".

Sin embargo, afirmó con rotundidad que "todos los fármacos que conocemos hasta ahora que se llaman la pildora del dia siguiente consisten en un compuesto hormonal que puede impedir la anidación del óvulo fecundado, si es que se ha dado la fecundación, y eso es impedir la vida, impedir que siga adelante la vida de un ser humano incipiente, aunque tenga unas horas y eso es un aborto precoz".

El portavoz de los obispos españoles añadió que "no se puede quitar la vida a un ser humano inocente, este principio no admite excepción y estoy seguro de que la Conferencia Episcopal Alemana no ha establecido ninguna excepción a este principio".

Martínez Camino insistió en que "la vida de un ser humano comienza desde el momento de la concepción, cuando hay un cuerpo distinto del de la madre y de el del padre, aunque tenga una hora de duración". En esta aseveración está la base del debate en relación a si la 'pildora del día después', que impide la implantación del embrión humano en la capa interna del útero de la madre, es abortiva o no.

Para la CEE, todos los fármacos que existen para evitar posibles embarazos no deseados son abortivos y, "por lo tanto, es ilicito su uso".

El argumento del portavoz de la CEE es que, en el caso de que existiera (una píldora no abortiva), por ejemplo en Alemania, "la consideración moral es distinta y como una violación no es un acto conyugal, es un acto de injustica y de violencia, en ese caso es legítima la defensa frente a esa agresión. Es legítimo impedir la fecundación, no abortar", concluyó Martínez Camino.