En rueda de prensa después de la reunión de la Comisión Ejecutiva Federal del PSOE, la vicesecretaria general, Elena Valenciano, reconoció que está habiendo contactos con el PP para intentar llegar a un acuerdo sobre las propuestas de resolución relativas a corrupción posteriores al Debate sobre el estado de la Nación que se debatirán este martes en el Congreso de los Diputados.

Valenciano reconoció que el PSOE tiene dos condicionantes “que nos complican la existencia” al intentar cerrar un acuerdo, el primero de ellos que les resulta “muy díficil” pactar medidas contra la corrupción con el PP mientras ese partido parece tener una especie de “pacto” con Luis Bárcenas al menos para “no hablar” sobre él.

El segundo es la insistencia en crear una comisión de expertos independientes “que nos mire desde fuera” y haga su diagnóstico y sus propuestas. Eso es “bastante línea roja”, reconoció, porque daría “fuerza, credibilidad” a esas medidas.

Los socialistas defenderán sus propuestas de resolución sobre la base de que superar la crisis económica, política, social, territorial “y ya moral” requiere grandes acuerdos para acometer grandes cambios, el primero de ellos en la política económica del Gobierno, porque entienden que está “agravando” la situación.

En sus propuestas de resolución, los socialistas pedirán al Gobierno que defienda ante el Consejo Europeo retrasar hasta 2016 el objetivo de reducción del déficit al 3% del PIB, y la dotación de un fondo de mil millones de euros para luchar contra la pobreza.

También defenderán su gran acuerdo por el empleo y la cohesión social “que involucre a todo el país”, la paralización de los desahucios hasta que se modifique la legislación hipotecaria, la introducción del derecho a la sanidad en la Constitución y la paralización de las leyes educativas impulsadas por el ministro José Ignacio Wert.

También la creación de una ponencia que estudie la reforma de la Constitución expuesta por el secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba.

Los socialistas aseguran que todas esas propuestas son “reales”, obedecen a los problemas cotidianos de los ciudadanos, fueron expuestas por Rubalcaba en el Debate y todas ellas fueron “ignoradas” por el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, “que no se dignó a pronunciarse sobre ellas” y se centró en pronunciar su “enésimo discurso de oposición a Zapatero”.

En la defensa de las propuestas, los socialistas subrayarán que en apenas cinco días su discurso “se ha desmoronado” y se ha demostrado “tan fraudulento como el que hizo en su investidura”.

Argumentan para afirmarlo que apenas unas horas después la Comisión Europea lanzó “una enmienda de totalidad” a los datos económicos esgrimidos por Rajoy, y lo más grave es que el presidente “conocía esos datos” cuando subió a la tribuna, por lo que hizo “como mínimo un ejercicio de cinismo que los españoles no se merecen”.

Surbayan también que después del Debate se conoció que Bárcenas había depositado sus notas ante notario, con lo cual ya había tenido “el ataque de sinceridad” del que habló Rubalcaba en su intervención.

Finalmente, el viernes se demostró que el plan de empleo juvenil avanzado por el presidente solo servirá para precarizar aún más el trabajo de los jóvenes en España.

Por ello, los socialistas se resisten a reconocer que el Debate pueda interpretarse como un “combate de boxeo” con ganador y perdedor y reiteran que el discurso de Rubalcaba fue “realista, real, muy crítico con la gesitón del Gobierno y muy propositivo a la vez”, mientras que el de Rajoy fue “falso”, como el de un prestidigitador, “parece muy bonito pero tiene truco”.