El papel "fundamental" de TVE en la Transición, en una investigación de la Universidad Carlos III

MADRID
SERVIMEDIA

Televisión Española (TVE) no sólo fue testigo de la Transición, sino también un "actor fundamental" en el proceso de democratización del país, según un estudio sobre la televisión durante la Transición española elaborado por el catedrático de Comunicación Audiovisual el profesor de Universidad Carlos III de Madrid Manuel Palacio.

Este experto señala que "para que se lograra la consolidación de la democracia, se necesitaba que los españoles empezaran a socializarse en nuevos valores. Y ahí es donde intervinieron los programas de televisión”.

El trabajo trata de resolver una paradoja: ¿cómo es posible que, si bien durante la Transición este medio estuvo siempre al servicio de los intereses del poder político, al mismo tiempo por muchos resquicios se colaran en la programación de TVE espacios que en ocasiones iban frontalmente en contra de los presupuestos ideológicos de la misma dirección?

La dirección de la cadena pública buscaba realizar unos informativos y de seguir una línea de programas acordes a los intereses del Gobierno, relata Palacio. Pero hay que tener en cuenta que había muchas horas de parrilla que rellenar y que había muchos trabajadores (unos 6.000) desperdigados por todo el país, que trataron de reflejar de alguna manera su forma de pensar, ya fuera continuista con el Régimen, reformista o rupturista. “De la dialéctica entre dirección y trabajadores surge una de las paradojas más difíciles de aceptar por los maximalistas: en la televisión española durante la Transición existen programas de todas las ideologías”, concluye Manuel Palacio. “Y de ello se desgaja un inevitable corolario: no es necesario que exista una televisión completamente democrática en sus estructuras para que en su seno se produzcan espacios que lo son”.

La obra comienza con una visión histórica, repasando cómo era la televisión durante el gobierno de Arias Navarro (1974-76). Unos años en los que “sus programas establecen el espacio público (nacional) y hasta los mismos procesos de identidad común de igual manera que lo hacen las plazas de las ciudades, las banderas, los himnos o las fiestas ciudadanas”, aunque comienza a reflejar de forma indirecta la erosión de los valores del franquismo. Por aquella época ya se consideraba a este medio la mejor forma para llegar a los ciudadanos, de hecho, en su primera aparición, Carlos Arias Navarro dijo: “Mi presencia esta noche ante vuestros hogares responde a la necesidad que siente todo gobernante de comunicarse directamente al país”.

Ell autor dedica una buena parte de la obra al Gobierno de Adolfo Suárez, durante el cual surge la libertad creativa y la regulación entre política y televisión. En el libro se rememoran además los primeros desnudos en televisión, la posición que fue adquiriendo la mujer como profesional del medio, el papel de grandes personajes como Chicho Ibáñez Serrador con el 'Un, dos, tres' y sus 'Historias para no dormir', o las producciones de Antonio Mercero. También se describe cómo se vivió en el Paseo de la Habana la muerte de Franco, cómo fueron las primeras imágenes de la Familia Real y cuáles fueron los primeros pasos de los programas en directo.

(SERVIMEDIA)
23 Feb 2013
JRN