Según informaron ambas entidades a la CNMV, esta decisión se toma después de valorar que esta unión representa "una oportunidad para mejorar la productividad y la eficiencia, y para conseguir un fuerte posicionamiento comercial en el país, con una dimensión suficiente que permita una adecuada diversificación del negocio".

Las dos entidades admiten, además, que presentan muchas compatibilidades, hecho que contribuirá a simplificar el proceso de fusión haciéndose realidad "en un tiempo relativamente rápido".

Entre las compatibilidades, figura que comparten un modelo de negocio que tiene como eje central de su actividad financiera el cliente, que la propiedad de las sociedades filiales está en manos de las propias cajas y que comparten la misma plataforma tecnológica.

Asimismo, destacan el fuerte arraigo de las actuaciones de las Obras Sociales en sus respectivos ámbitos de actuación.

"La plataforma tecnológica, los modelos de negocio, la gran base de clientes y la complementariedad de sus redes de oficinas constituyen un punto de partida excelente para construir una entidad caracterizada por su solidez financiera, eficiencia, rentabilidad, alta competitividad e independencia", sostienen ambas entidades.

La entidad resultante gestionará un volumen de activos superior a los 32.000 millones de euros, dará servicio a más de 1,5 millones de clientes y tendrá unos recursos propios que superan los 3.000 millones de euros.