Fernández reprochó al presidente que hablara de la corrupción "en abastracto" como "si no fuese con usted obviando que su partido político es el protagonista de la historia" y que no hiciera ningún tipo de "autocrítica".

Esta actitud ha hecho que "la mancha de la sospecha" se extienda sobre varias personas del Gobierno "y sobre usted mismo" lo que le ha dejado sin la "confianza" de los ciudadanos. Por eso, el BNG le reclama su dimisión y la convocatoria de eleccioens para la que los ciudadanos puedan pronunciarse sobre lo está pasando.

En un discurso muy crítico, Fernández Dávila arremetió contra la reforma laboral, los recortes generalizados en sanidad, educación, dependencia y servicios públicos en general y contra las tentavisas recentralizadoras del Gobierno.

Insistió en que "estamos donde estamos por culpa de la economía de la especulación y de la actuación irresponsable y fraudulenta de la banca".

Concluyó que el Gobierno es "un activo tóxico para la calidad de vida de la gente" porque "no crean empleo, aumentan bárbaramente el IVA, las tasas judiciales, las matrículas universitarias, el copago farmacéutico, los costes sanitarios, reducen los salarios a todo el mundo, rebajan el poder adquisitivo de los pensionistas y relega a personas en situación de dependencia a la absoluta miseria".

En lo tocante a la relación del Gobierno con Galicia, la portavoz insistió en que Rajoy no sólo no ha cumplido ninguno de sus compromisos electorales, sino que ha paralizado numerosos proyectos que ya estaban en marcha en el sector naval o en materia de infraestructuras.