Tenso, deslucido y cansado. Con la misma combinación en la vestimenta que llevó todos los días, Mainar prestó su última declaración por el caso Fago. Fueron ocho días de proceso largo, en el que comparecieron más de 120 testigos. Sesiones maratonianas de declaraciones, pruebas y cruces de acusaciones. Finalmente, el único acusado de asesinar al alcalde de Fago, Miguel Grima, se volvió a dirigir al juez.

“Sé perfectamente el precio que tiene enfrentarse a lo políticamente correcto. Llevo muchos años reclamando justicia. Mi deber era y es enfrentarme con valor cívico a esa España caciquil", dijo.

Mainar añadió que "en tantos años, si nadie ha visto prevaricación en Fago fue por cobardía. Mis conversaciones y el pacto con la Guardia Civil son verdaderos. No he matado a nadie pero antes prefiero que me acusen de matar a un tirano que de ampararlo”.

Así cerró Santiago Mainar el juicio que le podría hacer pasar 21 años en la cárcel. .