De estos cerca de 900.000 asalariados con contrato temporal, 150.400 tenían al término del pasado año un contrato con una duración inferior a un mes, mientras que 434.900 tenían un contrato de entre uno y tres meses.

También hay otros 253.200 que, aunque tienen un contrato de entre cuatro y seis meses, habían pasado ya, en el último trimestre del pasado ejercicio, más de tres meses desde su firma.

Asimismo, 48.800 asalariados tenían, según la última EPA, un contrato con una duración de entre siete y once meses, pero ya habían transcurrido más de seis meses desde su firma.

A esta cifra se suman 7.400 ocupados temporales que en el tercer trimestre del pasado año no sabían cuál era la duración de su contrato pero sí sabían que expiraría en menos de un mes.

No obstante, a estos algo más de 900.000 trabajadores temporales cuyo contrato expira en el primer trimestre del año se añadirán parte de los 57.000 asalariados con un contrato de entre siete y once meses firmado hace entre tres y seis meses. También parte de los 23.100 con una relación superior al año pero menos de dos años y que renovaron el contrato hace más de doce meses.

Además, hay un millón (1.004.600) de ocupados temporales que sólo saben que les queda más de un mes de contrato, pero no si son más de tres meses; y otros 493.000 que no tienen ni idea de cuándo acaba su relación laboral, por lo que una parte también podría ver expirar el contrato en el primer trimestre del año.