De esta manera, el déficit público se sitúa 1 puntos porcentual por encima del objetivo pactado por el Gobierno con Bruselas, y que es del 6,3%, explica Funcas en el último número de su publicación “Cuadernos de Información Económica”.

El director de Coyuntura y Estadística de la Fundación, Ángel Laborda, explica que el Estado habría cumplido el objetivo marcado y habrá cerrado el año con un déficit ligeramente inferior al 4,5%. Sin embargo, tanto la Seguridad Social como las comunidades autónomas se habrán desviado de las previsiones.

La Seguridad Social, que debería haber cerrado en equilibrio, podría haber registrado un déficit del 0,85%, “debido a un menor crecimiento de los ingresos, por la negativa evolución del empleo y los salarios y un mayor aumento de los gastos, por el incremento de las pensiones contributivas y de las prestaciones por desempleo”, indican desde Funcas.

Por lo que se refiere a las comunidades autónomas, la estimación es que podrían haber cerrado 2012 con un déficit del 1,9%, situándose a cuatro décimas del objetivo (1,5%).

Según el organismo, “los resultados en términos de consolidación fiscal habrán sido en este año considerables y es previsible que también lo sean en 2013”.

Así, destacan que “la posible decepción por quedar lejos de los objetivos tiene su causa más en el hecho de que los mismos siempre han sido poco realistas que en los esfuerzos realizados”.

PREVISIÓN 2013

Por lo que se refiere a la previsión de déficit para 2013, Funcas estima que se situará en el 5,6% del PIB, 1,1 puntos porcentuales por encima del objetivo vigente (4,5%).

La razón es “básicamente” la desviación de 2012, que “se arrastrará este año y por las diferentes previsiones macroeconómicas de partida”.

En todo caso, desde Funcas consideran que “se habrá conseguido una nueva reducción del déficit público lo que supone seguir avanzando en la consolidación fiscal”.

“Forzar más la máquina provocaría un impacto restrictivo excesivo sobre el crecimiento de la demanda agregada y del empleo, con consecuencias negativas en el proceso de saneamiento del sistema financiero en curso y, a la larga, del propio proceso de consolidación fiscal”, subraya Laborda.