En la rueda de prensa para valorar los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) del cuarto trimestre de 2012, Jiménez Latorre señaló que el Ejecutivo espera que la evolución del paro "vaya siendo menos mala" durante este año, pero añadió que mientras que la economía no alcance tasas de crecimiento, "no es esperable que aumente el empleo".

Estas tasas positivas de crecimiento de la economía podrían alcanzarse en la segunda parte de este ejercicio, por lo que el Ejecutivo confía en que el empleo empiece a repuntar "a final del año".

Asimismo defendió que la caída del empleo durante 2012, que superó los 850.000 ocupados, está en "línea con las previsiones que manejaba el Gobierno".

También explicó que la caída en el último trimestre del año, que superó los 350.000 empleos, entraba en las expectativas del Ejecutivo que estimaban que "el cuarto trimestre iba a ser el momento de mayor caída".

En este sentido, subrayó que el cuarto trimestre es un periodo del año que tradicionalmente tiene un "fuerte componente estacional". Así, señaló que la destrucción de empleo se concentró "principalmente" en el sector servicios.

MEDIDAS DE AJUSTE

Según el secretario de Estado, los datos de paro del cuarto trimestre de 2012 "reflejan la fuerte contracción de la actividad económica" vivida en ese periodo, en el que se concentraron algunas "medidas de ajuste" del Gobierno, como la subida del IVA o la supresión de la paga extraordinaria de Navidad de los funcionarios.

Estas medidas intensificaron el retroceso de la economía, lo que se tradujo en una mayor caída del empleo. No obstante, defendió que son medidas necesarias en el medio y largo plazo para que los inversores recuperen la confianza en el país.

Así, aseguró que estas medidas de recorte eran "necesarias" y añadió que "no son contradictorias con pedir una moderación salarial".

Por otro lado, el secretario de Estado dijo que la reducción de los activos registrada en los últimos meses de 2012 se explica por una caída de la población y por un descenso de la tasa de actividad. Además, subrayó que se produjo "íntegramente" entre la población extranjera, ya que la nacional "ha permanecido estable".

REFORMA LABORAL

Preguntado sobre si la fuerte destrucción de empleo refleja el fracaso de la reforma laboral aprobada en febrero de 2012, Jimenez Latorre defendió que "no era previsible" que se corrigieran los desequilibrios "en menos de un año", por lo que considera que "estamos dentro de lo que razonablemente y lamentablemente era previsible".

De esta forma, sostuvo que esta reforma laboral "era necesaria" y añadió que "era una de las prioridades estructurales" del Gobierno.

Además, destacó que la reforma está "permitiendo recuperar parte de la competitividad perdida" y está "sentando las bases" de la recuperación, aunque lamentó que "debería haberse adoptado antes de que empezara la crisis".