Tras calificar de "mentira de gran magnitud" la información de que se cortarían unos 700 árboles, Hernández de León aclaró que el proyecto canalización del tráfico afectará sólo a 29 ejemplares, ninguno de ellos catalogado, y que además no implica su tala. Además, aseguró que el proyecto prevé plantar en el Salón del Prado 1.507 árboles.

Explicó que la decisión sobre los 29 ejemplares afectados se tomará de forma individual, en función de la ficha fitosanitaria que ya se ha realizado. Aseguró que diez de ellos están en estado de pudrición y presentan algún tipo de patología y que todos aquellos ejemplares que estén en buenas condiciones, se trasladarán cumpliendo de forma estricta las prescripciones técnicas que marca la ley.

En este sentido, el portavoz del estudio de arquitectura de Siza puntualizó que el Plan Especial Recoletos-Prado se ajustó a la ley sobre Protección Medio Ambiental, Paisajes y Jardines antes de que ésta fuera aprobada (31 de diciembre del pasado año) y que existe una ficha de todos y cada uno de los árboles.

También calificó de falsa la supuesta "autopista" que pasará por delante del Museo Thyssen. Según Hernández de León, los cuatro carriles actuales asumen una carga diaria de 3.500 vehículos en hora punta en dirección norte-sur, provocando retenciones y atascos que deterioran seriamente la zona, y "nuestra propuesta define dos carriles en sentido sur-norte, y otros dos en el sentido norte-sur, más una plataforma exclusiva para transporte público que permitirá dejar a los visitantes en las puertas del museo".

Aseguró que estas medidas permitirán templar el tráfico en esta zona y reducirlo en un 60% respecto al actual. Además, Hernández de León, destacó que el Museo Thyssen se beneficiará de la ampliación de las aceras, que pasarán de los 2,90 metros de superficie que tienen ahora a 7,11 metros y que permitiráplantar 62 plátanos que actuarán como un filtro o pantalla mejorando las condiciones del museo.

Hernández de León aseguró que "no tenemos la capacidad mediática de algunos de nuestros críticos", en referencia al debate abierto por la baronesa Thyssen, pero afirmó con contundencia que el objetivo fundamental del plan de remodelación del eje Recoletos-Prado es su recuperación para uso público y retomar su carácter paisajístico.

Concluyó que el plan no ha estado "escondido", tal y como ha difundido Carmen Thyssen, y puntualizó que el proyecto se ha desarrollado "con luz y taquígrafos a lo largo de estos cuatro años". Comentó, además, que durante el periodo de exposición al público se presentaron 700 alegaciones "que han sido estudiadas una por una" y que el Patronato de la Fundación Thyssen-Bornemisza no presentó ninguna, motivo por el cual interpretaron que aceptaban el proyecto.