Según la sentencia, Parot recibió órdenes directas de Arrieta Zubimendi para realizar el atentado, después de que aparecieran en la revista "Interviú" un reportaje en el que se revelaba la pertenencia de los hermanos Perret, que regentaban diversos comercios en Castellón, a la banda antietarra.

El procesado se deplazó a Castellón para realizar labores de vigilancia sobre los hermanos y, tras efectuar las comprobaciones, decidió atentar contra Clement. Jean Parot y Jacques Esnal se desplazaron hasta la ciudad para ayudarle a cometer la acción.

El 16 de agosto del citado año, Esnal y Parot entraron en el restaurante "Aeroclub" de Benicasim, propiedad de la víctima, y dispararon varias veces contra Clement Perret, que murió al instante tras recibir 10 impactos en zonas vitales.

Uno de los camareros del estalecimiento intentó perseguir a los etarras, pero éstos le dispararon hiriéndole en la pierna y pudieron acceder al vehículo que les esperaba en la puerta, con Jean Parot al volante.

El tribunal ha considerado que los hechos constituyen un delito de asesinato por "la serenidad de ánimo y deliberación reflexiva" mostrada por el procesado durante la acción y le condena a 29 años de cárcel y al pago de 20 millones de indemnización a los familiares de la víctima.

Si embargo, la sala, que reconoce la eistencia de un delito de falta de lesiones por las heridas causadas al camarero, no dicta pena por considerar que su aplicación había prescrito, ya que los hechos ocurrieron en 1985 y no fueron enjuiciados hasta este año.