Galicia. Condenado a 19 años y medio de prisión por asesinar a un joven de una cuchillada

PONTEVEDRA
SERVIMEDIA

La Audiencia Provincial de Pontevedra ha condenado a 19 años y medio de prisión al arousano Antonio Pouso Aido quien, en septiembre de 2007, asesinó de una cuchillada a Cristian Willich Diz, un joven de 18 años de la isla de Arousa (Pontevedra), en el transcurso de una discusión entre dos pandillas de amigos.

En concreto, el magistrado de la Sección Cuarta de la Audiencia pontevedresa le condena a 18 años de prisión por un delito de asesinato con alevosía y a un año y medio de prisión por un delito de amenazas, después de que un jurado popular dictaminase su culpabilidad y la absolución de dos de sus amigos, que estaban acusados de encubrir el crimen.

La sentencia considera probado que después de un primer enfrentamiento en una discoteca, Antonio Pouso Aido se volvió a encontrar con la víctima en una bocatería de Vilanova, donde el acusado le asestó una puñalada "única y certera" en el pecho a la altura del corazón, un ataque "que fue tan rápido que la víctima se vio sorprendida y no pudo hacer nada por defenderse, ni siquiera para proteger con sus brazos las partes vitales de su cuerpo", señala el dictamen del juez.

Además, a pesar de que la defensa de Antonio Pouso alegaba los atenuantes de embriaguez y la entrega voluntaria a la Guardia Civil, la sentencia no considera demostrado que el joven estuviera bajo los efectos del alcohol, "ya que no se le pudo hacer ninguna prueba de alcoholemia, puesto que se entregó 32 horas después del crimen", añade la resolución.

Con respecto a la elevada condena, la Fiscalía solicitaba 15 años de prisión, el magistrado explica en la sentencia que para decidir la extensión de la pena apreció la "brutalidad" del acusado, ya que "pese a ser un joven de 20 años, y encontrarse frente a otro de 18, no titubea ni frena su acción".

Por su parte, los dos amigos del condenado, Abraham R.A. y Roberto M.M., a quienes el fiscal acusaba por encubrimiento del crimen, fueron absueltos, al no quedar probado que ayudasen a Antonio Pouso a abandonar el lugar de los hechos después de cometer el asesinato ni a deshacerse del arma homicida.

Será entonces el condenado, Antonio Pouso, el que deba afrontar el pago de 180.000 euros a los padres de la víctima en concepto de indemnización por el daño moral causado.

(SERVIMEDIA)
23 Nov 2009
CDM/jrv