Investigadores españoles trabajan en una vacuna preventiva y terapéutica contra el alzhéimer

- Aseguran que en ratones ha superado los fallos de sus predecesoras y que podría estar lista en unos 10 años

MADRID
SERVIMEDIA

El Centro de Investigación Biomédica EuroEspes, dirigido por el catedrático de Biotecnología y Genómica Ramón Cacabelos, presentó este jueves en Madrid su proyecto de vacuna preventiva y terapéutica contra el alzhéimer, un fármaco que se ha evidenciado "eficaz" en ratones y que en pocos meses estará listo para la prueba en humanos.

Según explicó en rueda de prensa el doctor Cacabelos, su producto, denominado EB-101, ha "superado" todo lo que hizo fracasar a otras vacunas similares, por lo que confía en que los estudios en humanos vayan bien y el medicamento pueda estar listo en un periodo de tiempo de entre seis y diez años.

Eso sí, quiso dejar claro el también presidente de la Sociedad Española de Medicina Genómica y de la World Association of Genomic Medicine, que ningún fármaco es nunca útil para el cien por ciento de la población a la que se dirige, por lo que tampoco lo sería esta vacuna contra el alzhéimer. "Si lográsemos que funcionara en el 30% de los casos, sería una bendición", aseguró.

RATONES CON ALZHÉIMER

Hasta ahora, lo que han hecho los investigadores es probar la vacuna en ratones transgénicos, es decir, portadores de las principales mutaciones genéticas de la enfermedad en humanos, y comprobar que el experimento ha dado resultado.

Así, se ha visto que los animales a los que se inoculó la vacuna en su modelo profiláctico no desarrollaron la enfermedad a lo largo de la vida.

Por su parte, los roedores que ya manifestaban signos de degeneración cerebral a los que se les administró la EB-101 redujeron "de forma espectacular" los rasgos patogénicos genuinos que caracterizan al alzhéimer.

Además, explicó Cacabelos, con esta modalidad de vacuna quedó claro que no aparecían en ratones las reacciones meningoencefalíticas letales que hicieron fracasar a otras similares previas a ella, lo que ha llevado a la Oficina de Patentes de Estados Unidos a darle el visto bueno para seguir adelante con las pruebas, ya en humanos.

La fase clínica de la investigación consistierá, pues, en probar la vacuna, tanto en su modalidad preventiva, como terapéutica, en seres humanos, para lo que se seleccionarán personas con historia familiar de demencias y un perfil genómico determinado (prueba profiláctica) y pacientes con posibilidades reales de beneficiarse del producto (ensayos terapéuticos).

Y es que, incidió el doctor Cacabelos, no todos los enfermos tienen las mismas posibilidades de responder adecuadamente a los tratamientos, por lo que si la vacuna tiene éxito, no será eficaz para todos los pacientes de alzhéimer, sino, aproximadamente, para el 30 o el 40% de ellos, lo que es, según su experiencia, una cifra nada desdeñable.

Si finalmente el producto bivalente (profiláctico y terapéutico) prospera, podría estar listo en 10 años o menos y su administración se haría en varias dosis. Para la prevención de la enfermedad, se empezaría a vacunar a la población entre los 35 y los 45 años, dependiendo de la "vulnerabilidad" al alzhéimer de cada cual.

Otro efecto positivo que, a juicio del investigador español, parece tener su vacuna, aunque no el más importante para él, es la capacidad para aumentar la esperanza de vida de los pacientes con alzhéimer, que podría casi duplicarse.

En la actualidad, se calcula que hay en el mundo entre 25 y 30 millones de pacientes de alzhéimer, de los que seis millones están en Europa y entre 500.000 y 1.300.000, en España. Su esperanza de vida, cuando la enfermedad ya está diagnosticada, es de entre tres y ocho años

(SERVIMEDIA)
17 Ene 2013
IGA/gja