Desde la patronal indicaron en un comunicado que el cierre definitivo del año ha sido peor de lo previsto, y que habría que remontarse a 1936 para encontrar una caída mayor.

El director general de Oficemen, Aniceto Zaragoza, subrayó que “nos enfrentamos a un dato sintomático del pésimo estado de salud del mercado cementero español que, dados los niveles de consumo actuales y con caídas porcentuales tan elevadas, ve alejarse aún más su horizonte de recuperación”.

Además, Zaragoza aseguró que “lo peor es que a fecha de hoy prevemos una caída cercana al 20% en 2013”.

A la “pésima situación del mercado doméstico”, señalaron desde la patronal, los fabricantes “están viendo limitada su capacidad exportadora por los mayores costes energéticos que tienen que soportar y, por lo tanto, son menos competitivos frente a otros países de su entorno”.

Así, en 2012, el sector cementero exportó 5,9 millones de toneladas de cemento, menos de la mitad de los 13 millones que nuestro país consiguió vender en los mercados exteriores en 1983. Las importaciones, que supusieron medio millón de toneladas en el total de 2012, también cayeron un 50% respecto a 2011.