Según informó la Policía, el agente se encontraba fuera de servicio en su domicilio, en la localidad de Ingenio y, al escuchar gritos provenientes de un inmueble cercano, no dudó en acudir inmediatamente a auxiliar a la víctima. La rápida actuación del agente fue clave para evitar una “muerte súbita”.

Los hechos tuvieron lugar a primera hora de la mañana del pasado día 13 de diciembre, cuando un agente, que se encontraba fuera de servicio en su domicilio, se despertó con los gritos de auxilio de una persona procedentes de otro inmueble cercano, por lo que sin demora acudió al lugar.

Una vez localizada la vivienda, el agente observó a un varón joven que se encontraba inconsciente tendido en el suelo de la terraza rodeado de algunos familiares. En un primer momento procedió a hacerle una exploración buscando las constantes vitales y así comprobar si se trataba de una obstrucción de las vías respiratorias. Al no hallar pulso en el joven procedió de manera inminente a realizar las técnicas de reanimación cardiopulmonar.

Al mismo tiempo solicitó a los familiares que alertaran a los servicios de urgencia de la localidad para que se personaran en el lugar con urgencia ante la extrema gravedad de la situación.

El policía realizó las maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP) de manera constante y sin cesar durante más de 15 minutos. Esta actuación se prolongó hasta la llegada de los servicios sanitarios, que continuaron con la asistencia al enfermo. Posteriormente fue trasladado en estado de coma a un centro sanitario.

Los facultativos manifestaron a los familiares que, gracias a la pronta asistencia que había recibido por parte del policía, el joven había podido salvar la vida. Una demora en la actuación habría hecho muy difícil recuperar las constantes vitales y se hubiera producido así una “muerte súbita”.