En declaraciones a la Ser recogidas por Servimedia, Urkullo apostó por una política penitenciaria “diferente y no al albur de manifestaciones”. Acerca de la del pasado sábado en Bilbao, dijo respetar “a todos lo que acudieron como a los que no lo hicieron”.

Porque, en su opinión, la reivindicación de otra política penitenciaria “no tiene que estar sujeta a los avatares de una manifestación, ni siquiera al hecho de que se cumpla un año y cuatro meses” de cese de actividad por parte de ETA.

Subrayó la necesidad de, como Gobierno vasco, insistir ante Rajoy con la transferencia de la política penitenciaria, “como se contempla en el Estatuto de Gernika”, e incidió en que “la propia izquierda abertzale tiene todavía ante sí un reto que, además de lo que pudo ser el éxito previsible de la manifestación (del sábado), tiene ante sí el reto de un reconocimiento del daño del pasado”.

“Aún no estamos en la ‘postETA’, y, por tanto, “hay mucho trabajo que hacer”. Defendió “un trabajo más silente que declaraciones públicas” y aclaró “vemos detenciones de terroristas que portan armas, queda el desarme y una declaración explícita de disolución de ETA: nos queda mucho por trabajar”.