Rubalcaba compareció en rueda de prensa al filo de las ocho de la tarde después de diez horas de debate del Comité Federal, el máximo órgano de dirección del PSOE entre congresos, reunido a puerta cerrada para abrir el proceso de renovación programática que culminará con la Conferencia Política de octubre.

Fue una sesión “larga, intensa y muy positiva” con la que se abre “una nueva etapa” de diálogo con los ciudadanos y sobre una premisa que considera evidente: el PSOE está “mejor” que hace un año mientras el Gobierno está “irreversiblemente desgastado”.

Argumenta que el PSOE ha recuperado capacidad de diálogo con sectores que le habían dado la espalda, lo cual es el primer paso para recuperar la confianza, si bien para eso queda “mucho” por hacer.

En cuanto al PP, cree que hay sectores de su electorado “que han roto para mucho tiempo” porque se han sentido “engañados” o porque votaron a Rajoy dejando en segundo plano la ideología y primando la confianza en superar la crisis, y ha resultado “que de derechas eran, mucho, pero buenos gestores, para nada”.

Con ese escenario, el PSOE tiene que “mejorar la forma de hacer oposición, modernizar el partido y construir una alternativa” para responder a los problemas de los ciudadanos y superar la triple crisis en la que el PP ha derivado la económica, y que ahora es también social y territorial por la ruptura de consensos.

Rubalcaba insistió ante los suyos en que no pueden confiar en el mero “mecanicismo demoscópico” según el cual bastaría el desgaste del PP para aumentar el apoyo al PSOE. “Subiremos cuando nos lo ganemos”, defendió.

Para superar esa triple crisis, propone una reforma de la Constitución “limitada, ponderada” con la que atajar la desafección respecto a la política, consolidar derechos sociales y solventar las tensiones territoriales.

En ese sentido, subrayó el acuerdo con el PSOE para dialogar sobre la base de esa oferta de reforma constitucional para buscar una fórmula de entendimiento entre Cataluña y el resto de España.

La reforma abordaría al menos cuatro aspectos: el Senado, la delimitación de las competencias, la inclusión de los elementos fundamentales de la financiación autonómica, y los mecanismos de cooperación, además de la inclusión de las comunidades autónomas en el texto.

El PSC acepta ese diálogo y Rubalcaba se mostró convencido de que habrá acuerdo, si bien la discrepancia reconocida entre ambos partidos es el respaldo de los socialistas catalanes al derecho a deidir, que el PSOE rechaza de plano.

“Singularidades sí, privilegios no”, es la premisa de Rubalcaba para ir estableciendo hasta dónde puede la Constitución reconocer diferencias entre los territorios sin vulnerar la igualdad de derechos de los ciudadanos.

Rubalcaba aludió a la densidad de esos temas para justificar que el calendario de trabajo apenas ocupara una frase por su parte en tres intervenciones que duraron en total más de dos horas, y apenas una mención por parte de los portavoces de Izquierda Socialista en un total de 49 peticiones de palabra.

Aseguró que no hay modificaciones respecto al calendario propuesto, lo que implica que el PSOE dedicará este año a definir esa oferta programática y dejará para después las primarias para la elección de candidato a las próximas generales.

La apuesta de la Ejecutiva es dejarlas para después de las elecciones europeas, es decir, a partir de junio de 2014, pero algunas voces reclaman públicamente que sean inmediatamente después de tener definida la renovación programática, es decir, a principios de ese año.