Aseguró que “una alternativa de izquierdas a la crisis” en la región es “también una alternativa por la regeneración democrática, por la restauración del estado social y por los derechos básicos de la ciudadanía madrileña”.

A su juicio, IU debe “movilizarse a favor de ese impulso de convergencia que fortalezca y dé perspectivas a una alternativa real desde la izquierda”.

“Tengo la firme convicción que ha llegado el momento de concentrar todos nuestros esfuerzos y generosidad en esta idea y compromiso, para ello tendremos que saber que nuestras decisiones importantes en los próximos tiempos las tendremos que vincular a un nuevo proyecto de transformación donde ya no tenemos la única voz, ni siquiera la más fuerte”, afirmó.

Dijo que la Comunidad de Madrid es “buque insignia de las políticas neoliberales y de los efectos que estas acarrean”, señaló que la sociedad madrileña está “perpleja y conmocionada por la crisis económica, la crisis política, los cambios e incertidumbres en los sistemas públicos sanitarios, educativo, universitario y el estado escandaloso de las principales instituciones políticas”.

Indicó que “construir un proyecto de cambio es hoy una emergencia”, afirmó que durante estos años los dos partidos mayoritarios, en alternancia en el Gobierno central y en la Comunidad, “han mirado hacia otro lado ante el hecho de un crecimiento desordenado basado en el sector inmobiliario y financiado con niveles de crédito que parecían no tener fin y que acabarían tarde o temprano en un sonoro fracaso”.

Denunció el nivel creciente de destrucción de empleo y de expedientes de regulación de empresas y los “recortes sistemáticos del gasto social con experimentos continuos con los servicios públicos que tienen efectos demoledores sobre la mayoría de la gente común y moliente”.

Afirmó que “las nuevas oleadas de privatizaciones se vislumbran ahora como el segundo plan rescate del sector inmobiliario en crisis, con su entrada en la gestión y construcción de hospitales o de otros recursos sociales”. A su juicio, ante esta situación, “debemos apostar claramente por promover formas de enfrentar colectivamente los conflictos y retrocesos que forman parte de la voluntad férrea e inamovible de insistir en el mismo modelo que sólo es posible a costa de laminar el interés general en beneficio de unos pocos”.

Afirmó que “recuperar el impulso cívico y la movilización de la sociedad ante toda la deriva autoritaria del gobierno Aguirre es hoy una emergencia”.

Respecto a su posición dentro de IU, dijo que, “quizá para desilusión de algunos, sigo en el mismo sitio y que mi actividad institucional (la que quede) y política –de ésta un montón-, mis propuestas, van a seguir en el mismo espacio, en el de siempre”.

“Para ser más clara, IU es mi proyecto y el impulso de la izquierda alternativa el horizonte estratégico inmediato”, manifestó.

Por otro lado, señaló que ser la cuarta preocupación de los y las españolas, refiriéndose a la clase política, es una “pésima noticia para la calidad de nuestra democracia y un indicador del desencuentro creciente entre la política y la vida social y civil”.

Afirmó que su conferencia es un “alegato a favor de la política como espacio de regulación de las comunidades, como el modo en el que las sociedades deciden su presente y su futuro”.

Habló también de la crisis económica y de la izquierda y de luchar contra la corrupción no sólo con leyes sino desde la voluntad política de impedirla.