Según informó la Policía, el arrestado elegía sus objetivos en los medios de comunicación, para luego extorsionarles con una supuesta información de interés para la víctima.

La detención se produjo in fraganti, en el momento en el que el ahora detenido se disponía a cobrar una importante suma de dinero a cambio de no hacer público un DVD con información. Entre sus víctimas figuran nombres como la baronesa Thyssen o el ex deán de la catedral compostelana.

El modus operandi empleado por el detenido era siempre el mismo, ya que empezaba seleccionando a una persona a través de los medios de comunicación, ya fuese político, empresario o sacerdote.

Posteriormente se ponía en contacto con el objetivo para ofrecerle exactamente la información que a su víctima le interesaba, bien porque estos datos le perjudicaban directamente o bien porque con ello podía perjudicar a otra persona. Normalmente ofrecía esta información almacenada en un DVD a cambio de una importante cantidad de dinero.

PRUEBA FOTOGRÁFICA

Los contactos con la víctima eran en un primer momento telefónicos, ya que obtenía los números buscando en Internet o preguntando directamente a personas del entorno del extorsionado para después entrevistarse personalmente con él. Cuando la negociación avanzaba, el detenido amenazaba al interesado con hacer pública la información o con emplear la violencia física si no recibía una recompensa.

Finalmente y gracias a la colaboración de personas del Cabildo de la Catedral de Santiago, se pudo saber que el sospechoso había entrado en contacto con el ex deán de la catedral. Tras numerosas llamadas de teléfono y varias entrevistas, los agentes procedieron a la detención del investigado cuando entraba en el convento de las Madres Mercedarias para tratar los detalles de la entrega del dinero a cambio de un supuesto DVD.

El estudio del modus operandi empleado permitió a los agentes conocer que se trataba de la misma persona que, en octubre de 2011, había coaccionado a la baronesa Thyssen del mismo modo. El cotejo de las fotografías obtenidas en una conocida cadena de restaurantes permitió señalar, sin lugar a dudas, que se trataba de la misma persona.