El grupo informó el pasado 9 de noviembre de que solicitaría la declaración de concurso voluntario de acreedores al no haber alcanzado un acuerdo con la totalidad de los acreedores no financieros de la compañía.

Rayet explicó entonces que el grupo tiene refinanciada “la práctica totalidad de su deuda financiera”, si bien está pendiente un acuerdo con uno de los acreedores.

Se trata de Vallcab Capital, que antes fue Kavaal Real Estate y CV Capital, y en su día participada al 100% por Enrique Bañuelos.

Vallcab notificó en julio su intención de presentar la solicitud de concurso necesario, por lo que el grupo de Abanades decidió acogerse a la posibilidad de preconcurso que establece la Ley Concursal, con el objetivo de protegerse a sí misma y a sus filiales, sobre todo a la cotizada Quabit.

Para la inmobiliaria, este acreedor no tiene legitimidad sobre la deuda que reclama “por vicios dolosos en su origen”, y se propone ejercitar las acciones legales oportunas.

En la comunicación de primeros de noviembre, Rayet recordó que el pasado enero cerró la refinanciación de su deuda financiera, lo que “garantiza su viabilidad a medio plazo en un momento de especial incertidumbre”.