En su intervención en la Cámara catalana, Mas denunció que “hemos pasado de una cierta evolución autonómica” en los primeros años de la Transición española “a una involución autonómica en la última década”.

“Cataluña ha de aceptar que España no quiere ser cambiada y que está en su derecho de no ser cambiada, pero España debería aceptar que Cataluña no quiere ser ni absorbida ni asimilada”, advirtió.

Porque, agregó, España “sigue viéndose en una mirada y pulsión centralista”, como consecuencia de lo cual, “una parte muy mayoritaria de los catalanes quiere cambiar este mapa de que todo empieza y acaba en Madrid”.

Para mas, Cataluña ha de abrir un “nuevo camino, ha de hacer su propia transición nacional que”, a su juicio, “es el único camino que nos queda para conquistar una justicia social que descanse en los valores compartidos del pueblo catalán y una identidad que pueda completarse con la globalización en la mejora de la Humanidad”.

“Nos hemos de ganar nuestro futuro”, aseveró, y añadió que “aspiramos a ser un país normal como otros tantos en el mundo”, en un contexto en el que, subrayó, “Cataluña tiene todos los atributos para ser considerado un país normal entre los países normales del mundo”.

Sugirió que en el origen de esta ofensiva está el fracasado encuentro que mantuvo este año con el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, en el palacio de la Moncloa, al que acudió “con un mandato explícito del Parlament”, en alusión al pacto fiscal del que el jefe del Ejecutivo estatal se desentendió.

Citó también la “histórica” manifestación en Barcelona a favor de la autodeterminación, y su lema: ‘Cataluña, nuevo Estado de Europa’” y, aunque reconoció que en las elecciones recientes CiU no logró el resultado esperado, “no es menos cierto que el pueblo catalán se expresó dando apoyo al derecho a decidir”.

Mensaje también para el ministro de Educación, José Ignacio Wert, pues defendió con determinación el modelo de inmersión lingüística de la Generalitat “que es sinónimo de éxito y de progreso”.

A modo de resumen, concluyó que en adelante “nuestra actitud ha de ser de combate y de superación y no de resignación”, que logre un país en el que “las personas que lo componen son protagonistas de su destino”.