Munilla confirmó en rueda de prensa que será el nuevo prelado de la Diócesis de San Sebastián a partir del próximo 9 de enero, y afirmó que acoge su nuevo cometido “lejos de polémicas” y con el objetivo de ser “hermano, padre y pastor de todos, sin excluir a nadie”.

El prelado expresó su voluntad de que el proceso de transición hasta la designación del nuevo obispo de Palencia, cuyo nombre se dará a conocer en enero, sea “lo más ágil y ordenado posible” y reconoció que le hubiese gustado estar más tiempo al frente de la Diócesis palentina,.

El nuevo obispo de San Sebastián explicó que acude a su nueva misión “con humildad y confianza” y “lejos de polémicas”, ante las críticas vertidas por algunos sectores políticos del País Vasco ante su nombramiento. “No deben hacerse lecturas políticas de la labor de la Iglesia, ya que distorsionan la realidad”, apostilló.

Munilla concluyó que se siente “débil” por la “desproporción” entre sus cualidades personales y la tarea que se le encomienda, una tarea que asume “con sentido de obediencia y pleno ejercicio de mi libertad”.