Según informó la compañía eléctrica, el llamado índice de frecuencia (que mide el número de accidentes con baja por millón de horas trabajado) también experimentó una disminución del 22%.

Las áreas de negocio liberalizado y redes, cuya actividad presenta los mayores niveles de riesgo en la empresa, cerraron los nueve primeros meses del año con "importantes" reducciones con respecto al mismo periodo del ejercicio anterior: un 44,4% y un 22,5% menos, respectivamente.

Entre las razones que contribuyeron a la mejora de los datos de accidentalidad, además de la mejora de instalaciones y de la creciente preocupación del grupo por este tema, está el aumento del número de horas de formación que Iberdrola ha proporcionado a sus empleados en materia de prevención de riesgos laborales. Al cierre del tercer trimestre de 2009, la compañía había impartido más de 115.050 horas de formación relacionadas con la seguridad y la salud, convirtiéndose así en la segunda materia más importante para el grupo, sólo por detrás de la formación técnica específica.

Asimismo, desde que se implantó la jornada continuada en noviembre de 2007 para un colectivo de unos 7.300 empleados, el grupo ha conseguido reducir notablemente los índices de accidentalidad y absentismo. En este sentido, hay que tener en cuenta que el 25% de los accidentes se producían por las tardes.