Según explica ADIF, dicho informe ha sido realizado por la empresa Intemac y en él ha participado un equipo multidisciplinar formado por trece técnicos, arquitectos, geólogos e ingenieros, especialistas en las distintas materias que se han analizado.

Entre los aspectos que se han examinado se encuentran la pantalla de pilotes de protección, el nivel freático, los diferentes procedimientos constructivos y las medidas de seguimiento y control, así como los cálculos de los movimientos del terreno y de los hipotéticos escenarios que se pudieran producir durante la ejecución de las obras.

También se ha estudiado la posible afección que las actuaciones vinculadas con la construcción de la línea de alta velocidad pudieran causar al templo. Para ello, se han contemplado todas las hipótesis y, en este punto, el informe de Intemac concluye también que “en las condiciones más desfavorables de ejecución no suponen riesgo alguno para la seguridad estructural del mismo”.

En relación a la construcción de la pantalla de protección, el informe afirma que el procedimiento validado durante la realización de las pruebas “no originará perturbaciones ni alteraciones significativas en el terreno de cimentación del templo”.

Asimismo, resalta que “las vibraciones que dicha ejecución originará en las inmediaciones son inferiores a las exigidas por la normativa existente, incluso para los edificios de especial sensibilidad”.

Otros aspectos relevantes analizados en el informe son los eventuales movimientos del terreno que se podrían originar, que según el informe “no afectarán, en ningún caso, a la seguridad estructural” del templo. Los técnicos de Intemac puntualizan que, en su caso, dichos movimientos serán claramente inferiores a los provocados por las propias obras del templo.