En un comunicado sobre la respuesta a esta emergencia, la ONG señala que las autoridades locales han confirmado la muerte de 82 personas, a los que se añaden decenas de desaparecidos.

En el departamento de San Vicente, la Cáritas Salvadoreña informa que más de 1.100 familias de varias localidades necesitan ayuda urgente para paliar los estragos de las inundaciones.

Asimismo, se ha logrado restablecer la comunicación terrestre con el municipio de Guadalupe, que había quedado aislado a causa del desprendimiento de decenas de gigantescas rocas que impedían el paso de vehículos. Una vez reabierto el paso, la ayuda ha comenzado a llegar a los damnificados de esa zona.

En Guadalupe, Cáritas San Vicente ha facilitado un generador de energía eléctrica para paliar la falta de suministro. En esa misma localidad se ha habilitado un albergue en la parroquia, donde residen al menos un centenar de familias.

Por su parte, en Verapaz se contabiliza más de 2.000 damnificados y siguen buscándose los cuerpos de las víctimas bajo el lodo. La parroquia brinda atención a 270 familias, a las que ha entregado paquetes de ayuda de emergencia, como arroz, frijoles, sopas preparadas, sardinas en conserva, maíz, papel higiénico, toallas sanitarias y pasta dental, entre otros.

Para los responsables de Cáritas El Salvador, el mayor esfuerzo inmediato se dirige a dar respuesta a las necesidades de los damnificados y a coordinar esfuerzos de cara a la reconstrucción. Como áreas prioritarias de intervención se han identificado ya la limpieza de las vías de acceso, el restablecimiento del paso en los puentes destruidos, la recuperación de la actividad agrícola y la rehabilitación de viviendas.