El trabajo será fruto de un convenio de colaboración firmado este jueves entre el director de la FSG, Isidro Rodríguez, y Paloma Escudero, directora ejecutiva de Unicef España, entidad financiadora del proyecto.

Financiado por el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad y Unicef España, el informe contará también con la colaboración del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte.

Su objetivo es conocer a fondo la situación educativa de la comunidad gitana en la etapa de Secundaria y compararla con la existente en el conjunto de la población escolar española.

"Conocer esta realidad es clave para poder después adaptar y potenciar el desarrollo de políticas y acciones educativas de calidad dirigidas específicamente a paliar la grave situación de desigualdad que el alumnado gitano presenta con respecto al alumnado general", asegura Mónica Chamorro, directora del Departamento de Educación de la FSG.

La situación educativa de la población gitana española (alrededor de 725.000 personas) ha mejorado "notablemente" en los últimos 30 años (prácticamente la totalidad del alumnado gitano está escolarizado en la etapa de educación primaria), "pero aún queda mucho por hacer", afirma la FSG.

Los principales problemas a los que dar respuesta son el abandono temprano de la escuela (8 de cada 10 alumnos gitanos que empiezan la ESO abandonan antes de finalizar), los altos índices de absentismo o desfase curricular, y su no continuidad en el proceso de formación reglada.

"Esto tiene claras repercusiones en la futura carrera profesional de los jóvenes gitanos y supone una barrera a superar para asegurar una verdadera inclusión social e inserción laboral de la población gitana española", concluye Chamorro.